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Alcalá de Guadaíra, 17 de marzo de 2011.- Las mejores empresas y centros de atención a personas mayores y dependientes del área metropolitana de Sevilla tienen en estos días realizando prácticas a alguna mujer Atticus. Son alumnas de los itinerarios de atención sociosanitaria en el domicilio e instituciones que completan su formación profesional y que, merced a la calidad de su aprendizaje y su actitud en el desempeño de su tarea, podrán acceder en breve a un puesto de trabajo.

Así ocurre con las 45 beneficiarias de los 3 itinerarios de esta especialidad que puso en marcha hace unos meses el proyecto Atticus, cofinanciado por el Fondo Social Europeo, a través del Ministerio de Política Territorial del Gobierno Central. Se trata de un sector con una alta demanda en el mercado y que otorga al proyecto alcalareño un 90% de inserción laboral en cada una de sus promociones.

Con este propósito hay mano de obra Atticus en Eulen, centro de mayores Ferrusola, residencia SAR Santa Justa, Ballesol, San Juan de Dios, Gerontogar, Siglo XXI, Guadaíra, ANDE, Manuel Ridruejo, Cristo de la Salud, Nuevo Paraíso, San Joaquín y Santa Ana, centro de día Amedara, Fundomar y asociación Niños con Amor.

En el centro residencial Ballesol, en Sevilla Este, realizan sus prácticas Loida, Asunción, Veneranda y Rocío. Esta es una firma con casi medio centenar de residencias repartidas por toda España, y que se caracteriza por la exigencia y alta calidad de su servicio. Silvia Farfán Castrillo, directora del centro en Sevilla, hace una valoración muy positiva de las alumnas alcalareñas. “Hemos notado mucha diferencia con respecto a alumnas de otros proyectos anteriores –comenta-. Están muy integradas, participativas y responsables. Además, el trato con los residentes es muy bueno”.

Silvia advierte que no todos somos iguales y las hay más rápidas y a las que les cuesta más, pero que su experiencia con Atticus está resultando tan satisfactoria que no descarta realizar contrataciones cuando concluya la fase práctica.

Ballesol en Sevilla comenzó a funcionar en junio de 2009, cuenta con más de 100 plazas privadas y acreditadas por la Junta de Andalucía, para personas con y sin discapacidad, y se dirige a un público de alto poder adquisitivo. Cuenta con 42 personas en plantilla, cocina propia y todos los servicios propios de un centro de sus características.

No muy lejos de allí se encuentra el centro Carmen Sevilla de la fundación ANDE para la atención integral a personas con discapacidad. Lleva 10 años funcionando en Sevilla y ahora afronta el reto de duplicar su número de plazas para alcanzar los 120 residentes, todas concertadas mediante convenio con la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía.

Con tal motivo, esta semana recibió la visita del director general de Discapacidad de la Junta, Gonzalo Rivas, quien inspeccionó las instalaciones y dio rúbrica al acuerdo de colaboración con ANDE. En el corazón de Sevilla Este laboran 40 personas para atender el servicio médico, enfermería, psicología y fisio, entre otros.

Por Atticus completan allí su período de prácticas Nieves, Milagros, María del Águila, Carla y Francisca, siempre bajo la atenta supervisión de su directora, Manuela Navarro Día, quien las anima a superar sus prestaciones ante una posible contratación. Para Navarro las alcalareñas han de aprovechar los consejos de los técnicos con experiencia en el centro y adaptar su destreza profesional a un proyecto “más humanista, que invita a ir más allá insistiendo en la persona, mediante el compromiso y la creatividad”. Además del centro en Sevilla, ANDE tiene sede en Toledo y cinco centros en la provincia de Madrid.